¡Hola chicas!
Con la llegada del buen tiempo apetece destapar los pies, calzarnos sandalias y lucir de una buena pedicura. Pero los pies sufren mucho de las agresiones externas, se secan muchísimo y se resienten si no llevamos un buen calzado. Por todo esto es muy importante cuidarlos, y sobre todo mimarlos si queremos que estén y luzcan perfectos.
Para esto, yo realizo una buena pedicura en casa y los cuido cada día del año, aplicándoles hidratantes antes de acostarme. ¿Queréis saber más?
Lo primero de todo, os enseño los ingredientes:
A continuación os explico cómo yo realizo la pedicura:
1. Lo primero de todo consiste en poner los pies en remojo. Conviene dejarlos un ratito en agua tibia para que estén blanditos y así facilitar el posterior trabajo. Yo los introduzco en agua con unas gotitas de gel de baño, aunque podéis poner gotitas de algún aceite que tengáis en vuestras casas. A veces, también pongo en el agua alguna pastillita efervescente para los pies, ¡y quedan como nuevos!
2. Con un exfoliante de pies procedemos a masajear una cantidad suficiente por los pies, insistiendo en las zonas más problemáticas. El exfoliante antidurezas de Deliplús me gusta mucho, ya que tiene un gránulo gordito que resulta ideal para la piel más gruesa de talones. En el resto de la piel del pie, no araña y deja unos pies libres de células muertas.
3. A continuación le toca el turno a la piedra pómez y la lima de pies. Primero uso la piedra pómez por los talones y por donde apoyamos al andar, ya que son las zonas dónde se me hace más dureza. Para acabar, paso la lima de pies y los dejo finitos y lisos.
4. Les doy una última agua a los pies para retirar todas las células muertas que he generado con la piedra y la lima. Los seco muy bien, también entre los dedos ya que es muy importante el correcto secado.
5. El siguiente paso consiste en despintar las uñas si están esmaltadas con la ayuda de un algodón empapado en quitaesmaltes. Una vez sacada la pintura, procederemos a cortar las uñas. Yo me ayudo de una lima, ya que no las llevo muy largas; pero son adecuados los cortaúñas o las tijeras. Es bien importante cortarlas sin que queden esquinas que puedan dañar los dedos.
6. Con un palito de naranjo retiramos las cutículas hacia atrás, para así después poder apurar más con el esmalte y que duren mucho más tiempo perfectas.
7. Ahora le toca el turno al pulidor para quitar las rugosidades que pueda tener la uña, y al abrillantador, para que se deslice mejor el esmalte. Es un paso que se puede obviar, pero que si se realiza, veremos que la pedicura dura mucho más y queda más brillante, y por lo tanto, bonita.
8. Casi ya a puntito de acabar, nos pintaremos las uñas con nuestro esmalte favorito. A mí este verano me ha dado por pintarlas con este tono fucsia de Flormar. Es el tono 58, y tengo que dar dos capas para que quede intenso.
9. El último paso sería aplicar una buena capa de hidratante específica para los pies. Mi favorita es la crema de pies ultra-hidratante de Neutrogena (podéis leer una review sobre ella pinchando aquí). Esta crema es mi secreto para mantener los pies bien hidratados y suaves todo el año, ya que la aplico todas las noches y me pongo un calcetín para que así penetre mejor.
Ya por último os dejo con un collage recordatorio de todos los pasos.
¿Y vosotras os hacéis la pedicura o váis a un centro estético?