09 junio 2017

Todo sobre la Protección Solar

Es llegar el buen tiempo y el sol y todo el mundo querer broncearse. ¿Pero lo hacemos de forma segura? ¿Nos aplicamos bien el protector solar? No sé si será deformación profesional o el hecho de que vivo en una ciudad como Barcelona, dónde el buen tiempo y el sol priman en esta época del año, pero veo demasiadas cosas en cuanto al sol que me escandalizan. Quiero pensar que solo son unos cuantos turistas que quieren sol a toda costa sin importarles su piel. Desafortunadamente no solo son ellos. Todavía somos muchos los que no nos protegemos adecuadamente del sol. Así que por esto me he decidido a escribir este post sobre la Protección Solar


El sol en su justa medida es necesario para la vida humana, ya que nos aporta muchos beneficios para nuestra salud. No solo el aporte de vitamina D, sino que actúa como antidepresivo. Seguro que os pasará que cuando llega el buen tiempo y tenemos más horas de luz os sentís mejor, con más energía. Esto es debido al Sol. Pero no todo es bueno, sino que el Sol que tan bien nos va puede llegar a ser un problema. Puede causarnos eritema solar, insolaciones, alergias, fotoenvejecimiento e incluso cáncer de piel. 




La radiación solar

La radiación solar nos llega a la Tierra por una serie de radiaciones electromagnéticas de diversas longitudes de onda. Cada tipo de radiación electromagnética tiene unas características físicas diferentes que incidirán de manera diferente en la piel. En función de la longitud de onda el espectro solar recibe diferentes nombres:

- Infrarrojo: de 780 a 1400nm. Es la encargada de darnos calor. Puede penetrar hasta la capa hipodermis de la piel y será la causante del aumento de temperatura en nuestro organismo, de la vasodilatación, algún eritema y la deshidratación. Puede potenciar los efectos negativos del UVA y UVB. 

- Visible: de 380 a 780nm. Se trata de la luz tal y como la conocemos.

- Ultravioleta A (UVA): va desde los 315nm a los 380nm. Es la energía que más penetra en la piel, llegando hasta niveles profundos de la dermis. Son los rayos responsables del enrojecimiento de la piel y del fotoenvejecimiento. Actúan sobre la melanina existente, oxidándola y dando lugar a un bronceado conocido como pigmentación directa, que dura poquito en la piel. 

- Ultravioleta B (UVB): de 280 a 315nm. Esta radiación tiene menor grado de penetración que las anteriores, actuándo en capas más superficiales de la piel y provocando su engrosamiento. Es la causante del eritema solar y del bronceado como tal. Es la responsable del cáncer no melanoma.

- Ultravioleta C: de 180 a 280nm. Se trata de una radiación letal para la vida de los seres de la tierra. Por suerte esta radiación queda retenida por la capa de ozono, que actúa como filtro.




La radiación que llega a la tierra es un 95% de visible e IR, y tan solo un 5% de radiación ultravioleta. Del total de radiación ultravioleta, un 98% es UVA. 


Además de las propias características de las radiaciones tenemos que tener en cuenta otra serie de factores para la exposición solar:

- Altitud. A mayor altitud más intensos son los efectos de las radiaciones. Un incremento de 300m de altura comportan un aumento del 4% de radiación ultravioleta. Así que si vais a sitios de montaña deberemos escoger protecciones elevadas.

- Oblicuidad. A menos ángulo en la incidencia de los rayos, más intenso será el efecto. La oblicuidad varía con la latitud y dentro de una misma ubicación geográfica según la estación del año. Los rayos solares no dan igual en enero que en agosto. Así que según la zona y la disposición del sol tendremos que tener más precaución. Por ejemplo aquí en España en los meses de junio-julio debemos extremar la protección. 

- Altura del sol. Cuanto más alto esté el sol mayor radiación UV emite. Por eso que siempre nos recomienden que evitemos las horas centrales de exposición, de 10 a 14 h se recibe el 60% de radiación UV diaria. 

- Entorno. Según la superficie dónde estemos se reflejará o absorberá la luz de forma diferente. La nieve refleja el 80-85%, la arena seca un 20% y el agua del mar un 25%. 

- Algunos elementos como las nubes o la humedad absorben parcialmente las radiaciones solares. 



Índice Solar Ultravioleta (IUV)


Seguro que habréis oido hablar del Índice Ultravioleta en los medios de comunicación. Sobretodo ahora en verano cuando nos quieren alertar de cuando está desaconsejado tomar el sol o cuando debemos protegernos más del sol.  El índice ultravioleta (IUV) es la medida de la intensidad de la radiación UV en la superficie terrestre durante las horas en las que ésta es máxima, siendo también un indicador de su capacidad de producir lesiones cutáneas. Se expresa como un valor superior a 0. Cuanto mayor es su valor más probabilidad de que se produzcan lesiones cutáneas hay, siendo menor el tiempo de exposición para que se puedan producir. Los valores de IUV se dividen en categorías de exposición y nos servirán de base para establecer unas recomendaciones sobre los tiempos máximos de exposición sin protección solar y del factor de protección solar que hay que utilizar.



Tipología cutánea: Fototipo

Cada persona reacciona de manera diferente al sol. Podríamos decir que según nuestras características vamos a responder de una forma u otra. El dermatólogo americano Fitzpatrick realizó la clasificación que hoy en día conocemos como Fototipos cutáneos. Se distinguen 6 fototipos diferentes que se definen según: el color de la tez, el color del cabello, la tendencia a quemaduras y la aptitud al bronceado. Además del fototipo que tengamos cada uno deberemos tener en cuenta otras características para escoger nuestro protector solar: condiciones climáticas, alergias, agresiones anteriores...



Cabe destacar que deberemos tener en cuenta características como la edad o la ingesta de medicamentos/tratamientos especiales. La piel de un niño es todavía inmadura, así que deberemos aplicarle un protector especial. Así como las personas que puedan estar sensibilizadas a fármacos o con alergias (se desarrollará más adelante).

Ligado con el fototipo se encuentra el Factor de Protección Solar (SPF). El factor de protección solar es un número que indica la capacidad que presenta el producto para proteger a la persona contra el UVB. El SPF hace referencia al tiempo máximo que un individuo puede estar expuesto al sol sin quemarse. Y os decía que va ligado con el fototipo, puesto que las pieles más claras (fototipos I-II), necesitan menos tiempo para quemarse y por tanto necesitarán un protector solar con un SPF mayor para estar mejor protegidas.

Hoy en día se define el factor de protección solar como el ratio entre la mínima dosis eritematógena (MED) de la piel protegida con el producto y sin él a las 24 horas de irradiación.

SPF= MED con protección / MED sin protección


Fotoprotector: Parámetros en los que fijarse

Los fotoprotectores son sustancias que en su composición incluyen filtros solares y que usados tópicamente deben prevenir los daños actínicos ocasionados por la radiación solar.  Cuando vayamos a elegir un protector solar deberemos fijarnos no solo en el Factor de Protección Solar (SPF), sino también en el PPD (Índice Protección Radiación UVA), en su resistencia a la luz (fotoestabilidad) y al calor (termolabilidad) y al agua.



Como veis en la gráfica anterior un SPF 15 nos bloquea un 93% de la radiación y un SPF 50 un 98%. Parece que sea poco pero es muy importante. Yo siempre recomiendo un SPF50, para estar más protegidos.


Según nuestro Fototipo escogeremos un SPF o otro. Para esto deberemos tener en cuenta que si por ejemplo nuestra piel tarda 10 minutos en quemarse, si aplico un protector con SPF 50, estaré 10 x 50= 500 minutos protegida. Todo esto es bastante teórico, puesto que no será lo mismo si me aplico el protector solar y estoy en la oficina o voy a la playa. Por poner un ejemplo, para el día a día en la ciudad un protector 50+ nos irá fantástico porque me lo pongo a las 8 de la mañana y a las 15 horas cuando salgo de trabajar todavía tiene efecto y me protege. Pero esta claro que  a partir de ahí si voy a estar en la calle me lo deberé reaplicar. Pero si este protector me lo aplico y voy a la playa, donde sudo, me baño o me fricciono con la toalla, su efecto se pierde y deberé reaplicarlo mucho antes.

El SPF es solo una medida para la radiación UVB. Para los rayos UVA, los causantes del fotoenvejecimiento, las manchas y las arrugas deberemos fijarnos en el PPD del protector. El PPD mide la cantidad de rayos UVA necesarios para producir la primera reacción de pigmentación en la piel. El PPD va de 2 a 14. En el envase veremos este índice como un circulito con UVA dentro siempre y cuando la relación entre los índices de protección UVB (SPF) y UVA (PPD) sea menor de 3. Es decir un buen fotoprotector debe tener un tercio de filtros UVA respecto a los UVB según las reomendaciones de COLIPA.


Filtros Solares

Los filtros solares son los encargados en los protectores solares de protegernos frente a las quemaduras solares y a los cambios degenerativos de la piel causados por los rayos ultravioletas. Los filtros solares tienen la propiedad de reflejar, absorber o dispersar los rayos solares de modo que nos permitan una exposición al sol más prolongada y con menor riesgo. Suelen actuar frente a las radiaciones UVB y UVA.

Hoy en día la industria cosmética dispone de un amplio rango de filtros solares regulados. Su clasificación mayoritaria será según su mecanismo de acción, distinguiéndose filtros físicos, químicos y biológicos.

- Filtros físicos o minerales: se trata de partículas que reflejan y difunden la radiación UVA, UVB, IR y visible. Son pigmentos minerales opacos a la luz, que producen lo que conocemos como un efecto pantalla. Son químicamente inertes, la piel no los absorbe y presentan gran resistencia al agua. Los más frecuentes son el óxido de zinc, el dióxido de titanio, mica. Cosas buenas de ellos es que nos protegen ampliamente, son muy seguros  y estable y reducen el riesgo de sensibilización. Inconveniente número uno es su aspecto lechoso a lo Casper que nos deja. Son los más aconsejados en bebes  y pieles fragilizadas.

- Filtros químicos: son compuestos orgánicos aromáticos de síntesis en el laboratorio. Actúan absorbiendo las radiaciones energéticas e impidiendo la transmisión de la radiación hacia los tejidos subyacentes, evitando los efectos perjudiciales de las radiaciones. Los más usados  son el PABA y derivados, los cinamatos, antranilatos, salicilatos, benzofenonas, dibenzoilmetano y benciliden-alcanfor.

- Filtros biológicos: son de origen natural con propiedades antioxidantes. Se suelen utilizar el ácido ascórbido, el tocoferol, aceite de sésamo, aguacate, germen de trigo, polifenoles...

Hoy en día en la mayoría de protectores solares se usa una mezcla de todos los filtros para garantizar la máxima eficacia del cosmético. Además que existiría otra categoría de filtros solares, los mixtos que combinan filtro físico y químico. Con estos filtros mixtos se mejora la cosmeticidad de los filtros físicos que de por sí son muy seguros pero con propiedades galénicas nefastas para que un cosmético nos agrade.


¿Qué fotoprotector es mejor para mi piel?

Me gustaría diferenciar entre elegir un protector solar para el rostro y otro para el cuerpo. Yo utilizo un protector todos los días del año ya que estamos expuestos a diario a las radiaciones solares. En cambio para el cuerpo solo los uso en verano y en días en que voy a tomar el sol. Además las características de nuestra piel de la cara y del cuerpo son diferentes.

Para el rostro yo siempre os recomiendo una protección SPF50+. El mejor cosmético antiedad es una buena protección del sol, ya que el 80% de las arrugas son debidas al sol. Así que mejor prevenir que curar.  En cuanto a que protector elegir variará en función de vuestros gustos y vuestra tipología. Hoy en día existen muchísimas opciones de fotoprotección facial.

La primera premisa para elegir un protector es si tenéis algún problema o enfermedad. Las pieles atópicas, las sensibilizadas por tratamientos como radioterapia o quimioterapia, acné, alergias deberán usar un protector adecuado. Si estáis con tratamientos como los anteriormente citados deberéis protegeros al máximo y utilizar un protector con filtros físicos. No son los mejores en cuanto a textura pero son muy seguros. Si en cambio tenéis acné, hoy en día estamos de suerte ya que hay protectores como Cleanance de Avène que son específicos para este tipo de piel, no comedogénicos y con tratamiento en el solar.

Si en cambio no tenéis ningún "problemita" por así decirlo tendremos un abanico de posibilidades gigante. Yo os aconsejo que elijáis el que más os guste y os resulte más cómodo de usar. Si vais con prisas y os gusta un protector con color porque es como un dos en uno, pues adelante. Si sois de más pasos en vuestras rutinas, utilizad uno ligero encima de vuestra crema. Hay muchas texturas: cremas, fluidos ligeros, geles con acabado seco, compactos con color, brumas, polvo...


Para el cuerpo también hay múltiples formatos. Mis favoritos son los aerosoles ya que se aplican en un plis-plas y no dejan tacto graso. Tenéis desde las clásicas leches, leches en spray, brumas, aceites, geles o los aerosoles que tanto me gustan a mí. Sea cual sea protegeros todas las zonas del cuerpo sin olvidarse ninguna.

Si tenéis niños debéis utilizar un protector pediátrico para ellos. La piel de los bebés y niños es diferente, es mucho más permeable, así que necesitan una protección especial para ellos con más filtros físicos que químicos. Además que suelen pasar muchísimas horas expuestos. Hay que enseñarles desde bien pequeños a protegerse adecuadamente, ya que la piel tiene memoria.


Al aplicar el protector solar no nos olvidemos de los grandes olvidados: orejas, nuca, empeine de los pies, o parte trasera de las rodillas.




El año pasado escribí un post muy interesante sobre Consejos para tomar el sol. Os recomiendo visitarlo para revisar aspectos básicos sobre como debemos exponernos al sol.




Y por último os quiero dejar una serie de posts sobre protectores solares que he probado y que me han gustado:

- Bruma Facial Invisible de La Roche Posay. Es un formato muy práctico para reaplicar y llevar en el bolso.
- Hydra Bomb Protect de Garnier. No es bien bien un solar, sino una agua hidratante con protección.
- SunBrush Mineral de Isdin
- Fusion Water de Isdin
- Skeyndor Sun Expertise Emulsión Protectora Dry Touch SPF 50
- Hydrabio Agua Hidrante SPF 30 de Bioderma 
- Gama Bariesun de Uriage
- Spray Bronze 50+ de Vichy
- Foto Ultra Age Repair de Isdin





¿Qué protector solar habéis escogido para este verano?




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